Hola amigos del aquí y del más allá.
A continuación os presento texto y fotos de la relación del
Centro Excursionista Eldense en la historia de la escalada deportiva del Medio
Vinalopó. Las fotos ilustran, en parte, la historia más reciente de la escalada
en nuestro valle. Pero como digo son parte de esa historia, ya que son
exclusivas de gente del CEE, de allegados del mismo y, sobre todo, mías. No quiero con ello olvidar o
menospreciar la labor de colegas de otros clubs como son los del Club Alpino
Eldense, Club de Escalada Foradá, Centro Excursionista de Petrer, Grup Novelder
de Muntanya, Centro Excursionista de Villena, Grup de Muntanya de Monóver o escaladores
independientes de la zona que han puesto granitos de arena indispensables para
que nuestro juego sea posible.
Espero que lo disfrutéis y sirva de recuerdo para gente que
puso mucho esfuerzo e ilusión en la evolución de una disciplina tan apasionante
como es la escalada deportiva. Por mi parte agradecer a los que un día me
enseñaron este maravilloso mundo y me guiaron por las sendas más verticales,
Manolo, Lina, Chiri, Isabel, Pedro, Paco, Diego, Pepe, Biberón, Moreno, Bravo,
Lino, Arenas, Alfredo, Juanma…y alguno más que por despiste, que no por falta
de cariño, olvido. También agradecer a mis amigos y compañeros de escalada de
los últimos años la paciencia demostrada, gracias por haber estado al otro lado
de la cuerda y por haberme hecho disfrutar de tantos momentos verticales.
ESCALADA DEPORTIVA; LOS ORIGENES DEL PUNTO ROJO Y SU
PROPAGACIÓN EN EL MEDIO VINALOPÓ.
A finales de los años 70 el mundo de la escalada empezó a
sufrir un cambio de mentalidad total y absoluto; del subir como se pueda con
clavos, botas duras y encordamientos al pecho se pasó al subir en libre usando
pies, manos y la cuerda únicamente como método de aseguramiento. Ese estilo “en
libre” fue depurado por el alemán Kurt Albert y su filosofía del Punto Rojo:
cuando él o sus colegas ascendían una vía de las difíciles en libre total, esto
es sin descansar en seguros ni apoyarse en ellos, le pintaban un punto rojo al
principio. Junto a esa revolucionaria idea tan extendida y asimilada hoy día
aparecieron nuevos seguros de expansión a prueba de bombas, el spit y, sobre
todo, el parabolt. Desbancaron rápidamente al viejo buril y, junto a los
avances técnicos en materia de arneses, cuerdas y pies de gato, alisaron el
camino para que el nivel de la escalada subiera como la espuma. Del casi
imposible VIº se pasó rápidamente al VII. Los franceses y sus verticales muros
equipados a placer se convirtieron rápidamente en amos y señores de esta
disciplina deportiva que mezclaba el ideal del punto rojo con la seguridad de
los nuevos materiales y no tardaron en inventarse una escala de graduación que
prontó fue adoptada por sus países limítrofes; de esa manera nacía el número y
la letra, el 6,7 y hasta 8 acompañado de a,b,c e incluso, afinando más si hacía
falta, por un +. En esos inicios ochenteros el 8a era cosa de unos pocos
elegidos aunque poco a poco se elevó el grado hasta llegar, en el año 1992
hasta el 9a. Precisamente fue uno de los padres del punto rojo el que llevo a
la escalada hasta tan altas cotas de dificultad, Wolfang Gullich; Gullich entraba en la
leyenda con su vía Actión Direct, cotada como 9a y con su prematura muerte a causa de un accidente de
coche pocos meses después de haber hecho ese dificilísimo ascenso.
En nuestro valle llegaron esas ideas innovadores y todo lo
anterior se tradujo en la proliferación de multitud de escuelas de escalada
equipadas para tal efecto; zonas aún de moda como Peña Rubia y Barranco de los
Molinos u olvidadas como Cabreras-zona del Buho y Cabreras-Cumbre fueron
testigos de esa evolución o deportivización de la escalada, muchos spits fueron
metidos a mano para crear líneas lo más difíciles y seguras posible. Las mallas
de lycra se impusieron al pantalón bávaro. Cabreras-Peñas del Rey, Espolón de
la Cruz y Marín, cunas de las escalada en el valle, fueron deportivizadas sin
piedad en ese afán de sólo con cintas; el fuera clavos y fisureros era la
consigna. Hoy día, cuando ascendemos vías de esas escuelas cuna, podemos
observar como muchos agarres eran antiguos clavaderos, son testigos mudos de
otra época en la que clavos, maza y lenta escalada artificial era la manera de superar los verticales muros.
Otras zonas surgieron por necesidad en la constante búsqueda de la dificultad, el taladro llegó al mundo de la escalada y permitió equipar fácilmente desplomes y techos. De esos sectores destacaría Reconco, Alto de Don Pedro, Agujas Rojas y, sobre todas por calidad y orientación, Foradá, donde hasta hace poco se concentraban la mayoría de itinerarios duros del valle. En las últimas décadas hemos tenido la suerte de encontrar o reencontrar El Túnel y el Balcón del Maigmó, Rincon Bello, Cantal del Moro y Escurines, zonas que han sido un balón de oxígeno para las clásicas y algo masificadas escuelas de los 80-90 . En casi todas las zonas comentadas se ha alcanzado con creces el VIIº y e incluso el octavo; como vías difíciles destacaría Jotake del “Pelos” en Foradá, Cocktel Explosivo de Juanvi en Salinas y varias vías casi desconocidas de Iván Hernández en las Peñas Naranjas de Onil, todas ellas de 8b o más. También destacaría, por ser los primeros octavos de la zona, vías como R&R Express, Tundra, Por Pelos o Alicantorroca… Pero no todo ha sido dificultad, también se han desarrollado escuelas de grado más asequible como Foradá sur, Alt de cárdenes, Rasos de Catí y, sobre todo, los nuevos sectores del Marín. Al hilo se han equipado vías de largos en las pocas paredes largas de la zona, Sur del Cid y Rincón Bello; la altura máxima de esas paredes roza los 150 metros.
Otras zonas surgieron por necesidad en la constante búsqueda de la dificultad, el taladro llegó al mundo de la escalada y permitió equipar fácilmente desplomes y techos. De esos sectores destacaría Reconco, Alto de Don Pedro, Agujas Rojas y, sobre todas por calidad y orientación, Foradá, donde hasta hace poco se concentraban la mayoría de itinerarios duros del valle. En las últimas décadas hemos tenido la suerte de encontrar o reencontrar El Túnel y el Balcón del Maigmó, Rincon Bello, Cantal del Moro y Escurines, zonas que han sido un balón de oxígeno para las clásicas y algo masificadas escuelas de los 80-90 . En casi todas las zonas comentadas se ha alcanzado con creces el VIIº y e incluso el octavo; como vías difíciles destacaría Jotake del “Pelos” en Foradá, Cocktel Explosivo de Juanvi en Salinas y varias vías casi desconocidas de Iván Hernández en las Peñas Naranjas de Onil, todas ellas de 8b o más. También destacaría, por ser los primeros octavos de la zona, vías como R&R Express, Tundra, Por Pelos o Alicantorroca… Pero no todo ha sido dificultad, también se han desarrollado escuelas de grado más asequible como Foradá sur, Alt de cárdenes, Rasos de Catí y, sobre todo, los nuevos sectores del Marín. Al hilo se han equipado vías de largos en las pocas paredes largas de la zona, Sur del Cid y Rincón Bello; la altura máxima de esas paredes roza los 150 metros.
Junto a esa evolución de nuestro deporte llego la
competición, algo impensable para muchos escaladores, incluso deportivos.
Primero las compes se hicieron en roca, pero al ver lo limitado que era lo
natural para encontrar dificultades homogémeas y lo dañino que resultaban para
el medio se pasaron a muros artificiales mucho más cómodos para organizadores,
competidores y público. En un principio todo valía y cualquier frontón era
bueno para una compe. Recuerdo con nostalgia unas compes para peques que
organizó el Centro Excursionista de Petrer y que sirvió para que que muchos
mocosos nos conociéramos y hoy, más de 20años después, aun sigamos compartiendo
cuerda, el que las vivió las recordará. Poco a poco la cosa se fue modernizando
y se construyeron los primeros muros exprofeso, sobre todo interiores. Si
alguien destacó en la zona fue Miguel Muñoz y su megaroco municipal de Ibi,
fuente de motivación para otros muchos interiores que aparecieron aquí y allá.
Del tablón agujereado separado de la pared pasamos a la tabla lisa 3 por 3 algo desplomada y con presas lesivas; de ahí fuimos
evolucionando a los flamantes rocos de presas romas que hoy podemos ver en
casi todos los pueblos del valle. De las pequeñas ratoneras de entrenamiento surgió la escalada más a bloque,
desarrollada en zonas naturales como la Serreta, Almadrava o Peña
Rubia-Competición y también nacieron compes más específicas, las compes de bloque, de las que se
llevan la palma las organizadas por el Club de Escalada Forada en el parque Nou
D’Octubre de Petrer. Hoy día, por falta de grandes infraestructuras para la
escalada exterior con cuerda y por el auge de esas compes de bloque, las compes
de dificultad o cuerda están casi muertas y ya son varias las décadas que llevamos
sin ver una en nuestro valle.
Y tras esa pequeña y rápida explicación de lo que han sido
años muy intensos paso a ilustrar con algunas fotos lo que ha sido la escalada
deportiva para/por el CEE. Disfrútenlas.
Del buril se pasó al grueso parabolt. El prohibido caerse
pasaba a mejor vida, la aventura moría en cierta manera pero nuevos horizontes
de seguridad y dificultad se abrían…
Lo inimaginable llegaba a la escalada, la competición. El
CEE fue organizador de alguna de las primeras pruebas celebradas en la zona
como la de Cabreras 88…
También colaboró con los amigos villeneros que organizaron
una pionero y polémico Campeonato de España en Peña Rubia-Competición. En esa
prueba pudieron verse escaladores, como Bernabé Fernández o Ana León, que con
los años se convirtieron en leyenda de nuestro deporte. Obsérvense la indumentaria
free de la época y los detalles técnicos de esas primeras compes.
Bernabé Fernández Ana León
y escaladoras locales de nuestro CEE como Isabel Pagán…
De esas primeras pruebas celebradas en roca se pasó al muro
artificial. Todo valía y cualquier cosa era buena para competir.
Chiri, Manolo y Lina en una de esas pruebas pioneras…
Como he destacado en el texto introductorio el Centro
Excursionista de Petrel organizó durante varios años unas compes muy bonitas
que fueron el inicio para muchos de los niños de la época. En las fotos un
pequeñísimo Bruno y el que escribe, Anaya, compitiendo en el frontón del polideportivo de Petrel, rocódromo municipal durante muchos años y hoy en desuso total.
Tanta compe sirvió para subir el nivel. Se buscaron nuevos
muros donde poder equipar vías de séptimo y octavo grado. En esos primeros años
deportivos mis compañeros del CEE tuvieron la suerte de redescubrir y explotar
una zona que ya habían visitado los pioneros, La Foradá…
Todo nuevo y solitario
Isabel se encarga, en la foto, de realizar una de las
primeras a Spiderman. Hoy en día clásica de clásicas y algo sobada por el
excesivo tránsito.
Manolo en una de las vías del sector izquierdo, posiblemente
en la Legionario
Igual que Moreno.
Arenas, Biberón y Moreno en el pie de vía de ese sector. Hoy
esa zona está empedrada debido a la erosión que sufría por las masificaciones
estivales.
Y Chiri en los primeros pegues de la hoy escaladísima Musculman. Justo a su derecha equiparía poco después el, posiblemente, primer octavo de la zona, R&R Express, popularmente conocida como Agujeros Negros.
Uno de los padres deportivos de Foradá, el hoy inactivo Paco
“el volador”, compañero inseparable de Pedro "el Jefe", escalando en un sector tenso y algo olvidado, el Súpervillanos. Junto a Pedro y Moreno equipó muchas de las grandes líneas maestras que los asiduos hemos escalado decenas de veces.
Y otro de los más activos de esa época, Tequila; en este
caso escalando en un sector totalmente nuevo que se encargaron de explotar
nuestros colegas del Alpino, el Alto de Don Pedro, en Salinas. En la foto
haciendo uno de los primeros ascensos a Sube Golongrina
A raíz de las muchas vías que se abrieron en la zona
surgieron varios libros, el primero en los 90 y el segundo una década después.
Manolo fue coautor de esos dos volúmenes.
La zona se popularizó y el grado empezó a asentarse. Buena
culpa de ello fueron las instalaciones que se hicieron para entrenar. En la
foto podemos ver al primer grupo de escaladores tecnificados por la FEMECV
junto al pionero tablón del gimnasio que hay en la Ciudad Deportiva del CEE.
Y nuevas generaciones escalando en Foradá…
El que escribe escalando casi al natural Musculman
Vera apretando en Radicales Libres
Otra toma mía, esta vez saliendo de Batman
Y escalando en Salinas…
Noe en uno de los clásicos 6b del Picara Viborita
Vera en Chirimoya
Y el mismo en Ahí va la liebre
Como he comentado con anterioridad en los últimos años hemos
visto nacer varios sectores que rápidamente han cogido mucha solera. Con
compañeros de Novelda, Agost, Petrer y Alicante he tenido la suerte de desarrollar El túnel, El
Balcón del Maigmo, Rincón Bello y Escurines.
Dando la bienvenida en el Túnel de Agost
Un visitante de lujo, Iker Pou escalando Sin Dios
Y Ruth en Feliz Falsedad, también en el túnel
Cambiamos de tercio. Miguel en el hoy día popular Rincón Bello
Bruno haciendo la primera a Melalcohólico
Y yo probando Hotel Glasé, también en RB.
Un poco más al norte, de lo más nuevo del Vinalopó,
Escurines, pura tensión…
Dos tomas en A sangre y fuego.
Y Ernesto escalando Ley de Murphi
Y deportiva de largos en el Vinalopó…
Santi, uno de los principales impulsores del Cid, escalando
Tetric
Equipando desde abajo Toro Sentado en Rincón Bello
Y Beto en Corazón de Cristal, RB
Todo lo anteriormente expuesto ha sido un acicate para que
nuestra entidad se decidiese a crear un espacio exclusivo para la escalada. La empresa
Top 30 fue la encargada de ejecutar la obra…
Con esto, y recordando el alto poder adictivo de la escalada
deportiva, acabo. Espero no haberos aburrido mucho. Saludos y buenas escaladas.
Jose M. Anaya